La sierra de Os Ancares conforma un gran espacio natural, Reserva de la Biosfera, que se extiende entre Galicia, Castilla y León y una pequeña parte de Asturias.
Por todo este territorio, que aún conserva esencias destiladas de los pueblos celtas, se encuentran densos robledales y soutos centenarios, pero también pequeños pueblos que, debido a los caprichos de la orografía, quedaron perdidos y a su suerte en una búrbuja del tiempo hasta hace apenas unas décadas.
Un ejemplo de ello son las pallozas, construcciones ancestrales que datan de la época prerromana, y que son testimonio tangible de cómo era la ya casi olvidada vida montañesa.